Nos conocimos
cuando la inocencia brillaba en nuestros ojos.
Nos reconocimos cada uno
en la mirada del otro.
Y en un ínfimo instante comprendimos que,
Entre los dos nacía un bello querer.
Cuando tú me hablas tu voz sólo pronuncia
palabras de amor que para mí es música.
Y cuando de mis labios florece para tí un beso
en cada uno declaro el amor que te profeso.
Quiero que de mí recibas cada día el mejor regalo
el amor que con estas palabras por siempre te declaro.
Para mí quiero de tí, fidelidad cual mandamiento.
que sólo yo recoja cada día de tus besos mi alimento.
Nuestras almas empeñadas en una promesa de amor,
Voluntariamente ofrecida, nacida del corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario