La Verdad en tus Ojos.

Vi la verdad en tus ojos, aquella que tanto has negado

Y comprendí en un súbito instante que no estaba equivocado.

Y es que puedes mentirme con millones de palabras;

intentar engañarme disfrazando tu voz.

Alejarte en el tiempo y la distancia

evitando el contacto entre los dos.

Pero hoy me revelaste tu secreto

y no lo pudiste evitar.

Porque aunque tus palabras se silenciaron,

tu corazón comenzaba a gritar,

y en tus ojos una lágrima,

me lo quizo confirmar.

Quisiste evitarlo enfrentandote a tu ser.

Intentaste olvidarlo, atandote a otro querer.

Mas no pudiste extirparme de raiz de tu corazón,

así como tampoco pude hacerlo yo.

Y hoy, enfrentados el uno al otro

y sin pronunciar una palabra,

sabemos que no hace falta ninguna,

pues nuestras almas hablan.

No lo podemos evitar,

la realidad se instaló ante nosotros.

Y aunque estuve ciega ayer,

hoy contemplo la verdad en tus ojos.