Quijote

Atrás quedó todo lo que te dí. Ya no me hace falta.

Supe entender que aposté y que perdí.

Vencí a mi ignorancia.

Tomé nuevamente las riendas de mi vida

y hoy te llevo ventaja.

Resulté ser yo lo que de tí quería;

Soy valiente en justa causa.

Ahora que pienso que de tu Sancho,

pasé a ser Quijote;

Recuerdo los molinos a los cuales me enfrenté.

Siempre pensé que yo era aquel inocente escudero

que tu espalda resguardaba vigilante.

Ahora tengo claro que mi lanza;

Siempre apuntó hacia adelante.

Vestiré nuevamente mi armadura.

Y desenvainaré mi espada otra vez.

Esta vez ni el viento, el frio o la lluvia

Le infundirán cansancio a mis pies.

Y mi corazón armado de valentía;

Estará ansioso de enfrentar;

Cualquiera sea su destino

O cuantas batallas deba librar.

Hoy emprenderé el viaje.

Que me lleve hasta mi propio horizonte.

No lo comprendí antes pero hoy sé,

Que mi brújula siempre marcará un buen norte.